Sigo sorprendiéndome cuando participo en conferencias y mesas redondas y observo una y otra vez argumentos que apuntan a que un agricultor no ha de tener mentalidad de empresario o cuando veo a una cooperativa vigilando de cerca los movimientos de la cooperativa del pueblo más cercano dejando de lado lo que ocurre en el resto del mundo. (Tendencias, conducta del consumidor y hábitos de consumo, envases y packaging, etc.)
Desde hace años miro por el retrovisor como América Latina viene a gran velocidad en muchos sectores (enológico, aceite de oliva, etc.) y observo con estupor que pronto nos pasarán y, hablando en términos “moteros”, nos van a “levantar las pegatinas” a los españoles. (Si no lo han hecho ya…)
Sin ánimo de hacer un análisis detallado del potencial de América Latina, enumero algunos datos relevantes que son interesantes para reflexionar y adoptar estrategias empresariales en el sector agroalimentario.
Jorge Becerra, senior partner y managing director de Boston Consulting Group en Latino América destaca en la revista de antiguos alumnos del IESE a los “tres andinos” como motor del crecimiento de Latinoamérica. Textualmente nos indica que el “PIB combinado de estas tres economías equivale al 65% del de México y se prevé que crezca más rápido que en el país azteca y Brasil en los próximos cinco años”.
Poco a poco las TIC ganan terreno en estos países (ver gráfico adjunto) y en el sector agroalimentario español todavía muchas empresas se están planteando la necesidad de tener o no página web, eso sin hablar de redes sociales. (Ver artículo datos sobre el uso de redes sociales en el sector agroalimentario español)
Hace pocos días hice una pequeña prueba práctica. Un día buscaba una imprenta en Valencia y otro día una pastelería (misiones complejas en el mes de agosto y que me cuesta entender en un entorno de crisis) y así lo solicitaba por Twitter en varias ocasiones. Nadie respondió y al final terminé haciendo el encargo en una imprenta de Miami. A una imprenta valenciana le hubiese sido muy fácil captar un nuevo cliente: era suficiente con tener a una persona trabajando en agosto y seguir el hastag “imprenta” en Twitter.
Especialmente destacable me parece la labor de ChileOliva con su promoción de los aceites de oliva chilenos en Estados Unidos. En España, cada una de las innumerables Denominaciones de Origen hace la batalla por su cuenta… con lo que ello representa en términos de optimización de recursos; en cambio, parece que en Chile Oliva todos reman en la misma dirección.
¿Está el sector agroalimentario español preparado?
Sigo sorprendiéndome cuando participo en conferencias y mesas redondas y observo una y otra vez argumentos que apuntan a que un agricultor no ha de tener mentalidad de empresario o cuando veo a una cooperativa vigilando de cerca los movimientos de la cooperativa del pueblo más cercano dejando de lado lo que ocurre en el resto del mundo. (Tendencias, conducta del consumidor y hábitos de consumo, envases y packaging, etc.)
También hace tiempo publicaba un artículo relacionado con la materia que nos ocupa comentando un estudio que indicaba que “El 60% de los olivos andaluces incurrirían en pérdidas económicas si los subsidios de la UE desapareciesen” basado en la información que encontré en los artículos presentados en el XV Simposio científico-técnico del aceite de oliva que tuvo lugar en Expoliva Jaen en 2011.
Desde hace años miro por el retrovisor como América Latina viene a gran velocidad en muchos sectores (enológico, aceite de oliva, etc.) y observo con estupor que pronto nos pasarán y, hablando en términos “moteros”, nos van a “levantar las pegatinas” a los españoles. (Si no lo han hecho ya…)
Sin ánimo de hacer un análisis detallado del potencial de América Latina, enumero algunos datos relevantes que son interesantes para reflexionar y adoptar estrategias empresariales en el sector agroalimentario.
Jorge Becerra, senior partner y managing director de Boston Consulting Group en Latino América destaca en la revista de antiguos alumnos del IESE a los “tres andinos” como motor del crecimiento de Latinoamérica. Textualmente nos indica que el “PIB combinado de estas tres economías equivale al 65% del de México y se prevé que crezca más rápido que en el país azteca y Brasil en los próximos cinco años”.
Por otro lado, es importante destacar que Chile fue el destino latinoamericano más atractivo para el capital riesgo y privado de 2012 según el IESE´s Global Venture Capital and Equity Country Attactiveness Index.
Poco a poco las TIC ganan terreno en estos países (ver gráfico adjunto) y en el sector agroalimentario español todavía muchas empresas se están planteando la necesidad de tener o no página web, eso sin hablar de redes sociales. (Ver artículo datos sobre el uso de redes sociales en el sector agroalimentario español)
Fuente: Revista Antiguos Alumnos IESE número 127
Muchas son las cifras que indican el crecimiento de las redes sociales en España… pero.. ¿lo saben aprovechar las redes sociales?
Hace pocos días hice una pequeña prueba práctica. Un día buscaba una imprenta en Valencia y otro día una pastelería (misiones complejas en el mes de agosto y que me cuesta entender en un entorno de crisis) y así lo solicitaba por Twitter en varias ocasiones. Nadie respondió y al final terminé haciendo el encargo en una imprenta de Miami. A una imprenta valenciana le hubiese sido muy fácil captar un nuevo cliente: era suficiente con tener a una persona trabajando en agosto y seguir el hastag “imprenta” en Twitter.
Especialmente destacable me parece la labor de ChileOliva con su promoción de los aceites de oliva chilenos en Estados Unidos. En España, cada una de las innumerables Denominaciones de Origen hace la batalla por su cuenta… con lo que ello representa en términos de optimización de recursos; en cambio, parece que en Chile Oliva todos reman en la misma dirección.
¿Está el sector agroalimentario español preparado?
David Martínez Roig
Socio Director de MarketingHuman Consumer Knowledge
Valencia (España) Miami (EE.UU)